- Tenía mi cuñada una casa alquilada en un precioso pueblo cerca de Ávila.
- Solíamos ir algunos fines de semana y todos los veranos mi cuñada se marchaba durante un mes y yo solía subir a pasarlo allí con los niños.
- La casa pertenecía a un matrimonio mayor y el hombre...bueno..era de estos ancianos con muy mal genio,tenía el pobre hombre un humor siempre de perros..siempre amenazante con su bastón.
- El señor al no estar mi cuñada insistía en venir a regar las plantas y el pequeño huerto que había,más bien venía a controlar.
- Yo siempre me estaba quejando a mi cuñada...no lo entendía..y sobre todo tenía muchos problemas con el señor en cuestión ya que tenía verdadero "gato"a Chemita..y con razón la verdad.
- Chemita tenía la fea costumbre de mordisquear todas las preciosas peras del peral...unas peras enormes,amarillas...estaban siempre llenas de mordisquitos o arrancadas y tiradas por el suelo...las utilizaba para jugar,vamos que tenía al pobre peral...
- Yo siempre le reñía cuando le veía hacerlo y le decía:"Luego vendrá el señor y tendremos problemas".
- Cada vez que venía el pobre hombre...Chemita corría que se las pelaba a esconderse y no se le volvía a ver hasta que el hombre se marchaba... no sin antes anguantar todos sus gritos y sus amenazas con el bastón.
- A mí me daba un miedo¡¡¡ Estoy segura que a Chemita también pero...le podía más el puñetero peral, que todo hay que decirlo...estaba justo en medio de todo el paso donde jugaban los niños.
- Dos meses después de aquello...Chemita se fué al azul. Pocos años después...murió este hombre.
- Mi cuñada fué al entierro y su mujer se acercó a ella y le dijo. Sabes? en sus últimos momentos...hablaba de tu sobrino y nos decía : "Mira...el niño del peral...es el niño del peral¡¡¡¡
- EL JODÍO NIÑO DEL PERAL¡¡¡¡
- (Quiero pensar que no quería seguir fastidiando al pobre hombre hasta sus últimos momentos ji ji ji)
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