- Podría pasarme la vida pensando en la mejor manera de comenzar a escribir lo mucho que me quedó y deseo decirte... pero precisamente gracias a ti, un día asumí que las cosas importantes cuanto antes las hagas, mejor.
- De lo contrario, puede que nunca llegues a hacerlas, ya que no sabes de cuánto tiempo dispones. Cuando te marchaste, yo era aún pequeñita y apenas me hice preguntas, que ahora me consta, no tienen respuesta.
- Como: ¿Por qué solo se tarda un minuto en decir hola, y toda una vida en decir adiós?... En todo estos años, han sido cientos los momentos en los que he intentado recordar como eras y muchos más en los que me imaginaba cómo serías ahora, supongo que es mi manera de evitar que desaparezcas del todo.
- Y es en ese instante, cuando vuelve a mi tu carita traviesa, tus ojos (espejos de ese almita noble) que cada vez que me miraban, me retaban... tenías tanta fuerza, despedías una energía capaz de enriquecer a todo aquel que estuviese a tu lado.
- Eras pequeñito, si... hay quién opina que con 5 años, no hay lecciones que poder dar. Yo jamás pude pensar así, porque de ti aprendí tantas cosas Chemita, no en aquel momento claro... pero con el paso del tiempo, he sabido identificarlas y darme cuenta al mismo tiempo, de que no es necesario vivir más que otros o saber más que nadie, para tener algo que enseñar.
- No pudiste darme consejos, pero me diste algo mucho más importante, infinitamente útil y ante todo, vital para ser feliz: "vivir y amar intensamente, como un niño de 5 años, es vivir y amar con pureza". En tí no había engaños, ni interés, ni dobles intenciones... eras un ser humano en estado puro, desbordado por la misma falta de madurez, que cuando nosotros hallamos.. eclipsa la grandeza de lo que un día fuimos y tu te fuiste siendo. Tu eras esa VERDAD que cuando crecemos no sabemos encajar, ni podemos adaptar.
- Y hoy, aquí.. en este espacio dedicado a ti... quiero AGRADECERTE el gran legado que me dejaste: GRACIAS MI AMOR, MI NIÑO, MI COSITA BONITA, MI OJITOS INTENSOS, MI SONRISITA PICARA, MI PEQUEÑO GRAN HOMRECITO, MI MÁS PRECOZ MAESTRO (siento no poder haberte llamado asi antes)... por demostrarnos a todos antes siquiera de tener capacidad para darnos cuenta, de que ser como tu eras... es, al fin y al cabo, lo que no valoramos cuando somos niños y lo que todos deseamos cuando crecemos: QUE SE PUEDE SER LIBRE, QUE PODEMOS AMAR, QUE ES POSIBLE QUE TODOS TE QUIERAN SIN, JAMÁS, DEJAR DE SER TU MISMO.
- Tal vez lo único que duele más que decirte adiós es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de ti. Y sé que un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas. Lo sé, porque lo intenté. Tampoco un millón de lagrimas, porqué también lloré hasta no poder más.
- Y tengo muy claro que si fuésemos capaces de saber cuándo y dónde volveremos a encontrarnos de nuevo, nuestra despedida sería mucho más tierna, o quizás... y aún mejor, tal vez ni siquiera tendríamos que despedirnos... Pero de ser así, no volvería a huir cada vez que aparecieses, no te pincharía continuamente creyendo que siempre te ganaría en todo, ni se me ocurriría volver a decirte que te fueras y nos dejases solas a Baby y a mi...porque no podría soportar arrepentirme otra vida más por haberlo hecho.
- Voy a decirte una cosita más, pero te prometo que voy a seguir escribiendote, vale? Mi niño... yo nunca digo adiós a nadie. Nunca dejo que las personas más cercanas a mí se vayan. Me las llevo conmigo allá donde voy...
- TE ECHO DE MENOS... ojala pudiese tb explicarte lo que mi corazón me dice, pero los sentimientos no tienen descripción posible sabes?, así que espero que puedas sentirlo también tu... CONFÍO EN ELLO CHEMITA... confío en ello.... ¿ Cómo es posible QUERERTE MÁS AHORA que antes? (otra de esas preguntas sin respuesta, es curioso).
- Saray.